No seré yo quien juzgue la idoneidad de acoger en nuestra comunidad el proyecto lúdico del magnate Sheldon Adelson. Me refiero, bien sabéis, al complejo de ocio y casinos que el grupo inversor americano quiere levantar, va a levantar, en la Comunidad de Madrid. A estas altura pretender camuflar las intenciones de cada cual, resulta ridículo.
El empresario quiere el beneficio y hacer, pues, rentable su inversión. Faltaría más. La administración quiere beneficiarse de una iniciativa privada para, entre otras cosas, optimizar sus escasos recursos. Me refiero a que en los tiempos de los recursos escasos las acciones que propicien la dinamización de los territorios parecen razonables. Por último los ciudadanos... los ciudadanos, ¿qué queremos? No tengo respuesta.
No puedo entrar, porque desconozco, las repercusiones reales que el macroproyecto tendrá en el empleo, el medio ambiente, la legislación (al parecer hay exigencias de modificación de la Ley del Tabaco, entre otras), el entorno de la zona, la sanidad, la educación, ni en las personas. Pero sí tengo una intuición y, teniendo en cuenta mi condición masculina, es más que probable que sea del todo errónea.
Intuyo que habrá beneficios descomunales para la banca, siempre gana. Me refiero a la banca del casino, claro está, la otra banca, la de los osos, la de los sindicatos y los políticos en los Consejos de Administración, ya ha ganado bastante. Y ahora que reciben más ayudas y hasta les pintan un banco malo, pues ganarán aún más.
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Intuyo que habrá ruinas personales y familiares pero, que quede claro, todos somos muy mayorcitos como para saber en qué nos gastamos nuestro dinero (quien lo tenga) y cómo y con qué valores educamos a nuestros hijos.
Intuyo, y aquí no peco de petulante, que si al final el proyecto se construye en nuestro vecino Alcorcón, jamás volveré a pasear con mi bici por la Venta de la Rubia.
Todavía estamos a tiempo de disfrutar de una de las mejores vistas de la Cuerda Larga y de la Sierra del Guadarrama y, casi, del Sistema Central.
Os invito a comprobarlo. ¿Alguien se viene?
¡yo me apunto si es sin bici, claro!
ResponderEliminarEspero que los colores de las imágenes que has subido no se empañen con los neones que nos van a colocar.
En esta comunidad, desgraciadamente, nos hemos quedado estancados en "Bienvenido Mister Marshall"
Lástima que esas facilidades no las den para otros proyectos más acordes con el crecimiento y la dignidad humana.
Un fuerte abrazo
Hola Fernando: A mi esto de casinos, de Vegas y demás sitios de juegos a ese nivel tan "macro" como que no me cae bien. A mi me parece que los puestos de trabajo van a ser de prostitución, aunque ya exista, de juegos, y de peligro para nuestros nietos y jóvenes, que pueden ser atraídos por algo que desconocen y me daría pena por ellos que cayaran en sus redes.
ResponderEliminarRespecto a la excursión....otra vez será, ya que la señora pierna está dando guerra, pero todo se andará. bss. A ver cuando se te ve el pelo, que ya es hora. Charo
Estoy indignada desde el momento que a Esperanza Aguirre y a su parentela se le ocurrió hablar de este tema.
ResponderEliminarEl único beneficio se lo llevaría el empresario y los políticos que lo autoricen.(Que indirectamente darán trabajo a las empresas de sus familiares y amigos).
El juego sólo da problemas a los pobres que no se dan cuenta de que el beneficio es para los que montan el negocio.
Yo quiero que Boadilla y los pueblos que nos rodean sigan siendo limpios y presentables.
Yo me uno a la marcha en "Bici" o como sea.
Soy la que se une a la marcha, pero a despiste no me ganais ninguno.
ResponderEliminarCuenta conmigo. Carmen lalueta.