En una reciente publicación: Tranki Pap@s, sus autores, Pere
Cervantes y Oliver Tauste hacen una brillante exposición de riesgos que
nuestros adolescentes y, ene general, cualquier persona asume cuando es usuario
de cualquier herramienta de la tecnologías de la información y comunicación que
nos inundan. El libro pretende hacer visible una serie de obviedades que, por
serlas, parece que hemos olvidado. No son pocos los detalles relativos a
vulnerabilidad de los navegantes, ni menos las acciones preventivas para
navegar seguros. Lo más cierto es que, a pesar de las dificultades que podemos
encontrar durante la navegación, las ventajas del uso de las TIC son
infinitamente superiores.Tanto es así que se está produciendo una evidente
transformación de conceptual y espacial en los espacio de participación de las
personas mayores debido, entre otros factores, al uso de las actuales
herramientas de comunicación.
Como apuntan la teoría de la actividad junto al
enfoque del ciclo vital, un buen envejecimiento se relaciona con la actividad
en distintos ámbitos: físico, social y mental. Desde la perspectiva de las
políticas de integración una de las dimensiones de la actividad en las personas
mayores es la participación en organizaciones. Este factor juega un papel
fundamental desde una perspectiva teórica pero también con estrategias de
acción.
La proyección social de los programas de actividades para
mayores plasma la llamada revolución gris que sitúa al colectivo de los mayores
en un nuevo escenario de mayor actividad y presencia social. Algunos ejemplos
de un primer nivel de participación serían, por poner algunos ejemplos, la
asistencia a actividades o clases de tipo formativo, la integración en
actividades complementarias, tales como salidas culturales, talleres,
seminarios o conferencias entre otras y la difusión mediática de lo que se realiza
en los proyectos de mayores. En estos casos los mayores participan de una
manera más pasiva pero involucrándose en el proceso participativo y social.
Cuando los mayores se convierten en agentes de la
participación se producen entre otros, asociaciones, diversos cauces de
expresión – tales como, programas de radio, webs, revistas o blogs-,
voluntariado social y cultural, grupos culturales -teatro, corales, tertulias
literarias-, formación –cursos y seminarios- y asesores o mentores que
acompañan a otros mayores (Alonso González et al, 2007: 174).
En general, tanto en el primer como en el segundo nivel de
participación, los mayores destacan los aspectos positivos de la misma. No sólo
se trata de adquirir, consolidar o transmitir conocimientos sino de otras
muchas connotaciones que van desde la adquisición de nuevas relaciones
sociales, hasta un aumento de la autoestima y un enriquecimiento personal y
cultural. En muchos casos, no existe una necesidad de recuperar información o
conocimientos adquiridos en el pasado, sino que en muchos casos se descubren
potencialidades que eran desconocidas para algunos mayores. Pero además, la
participación también influye en otros ámbitos: en el personal puede repercutir
desde un punto de vista físico en hábitos saludables y desde una perspectiva
psicológica en la recuperación de ilusiones y superación de límites o el
aumento de la satisfacción personal, cultural con un incremento por intereses
diversos, el aprendizaje o la consolidación de conceptos.
Se trata, tal y como se establece en el enfoque de
envejecimiento activo promulgado por la Unión Europea (1999), de ajustar las
prácticas vitales a las oportunidades que se nos ofrecen para mejorar, en este
caso, la calidad de vida. El equilibrio al que se apunta estaría orientado a
una combinación de salud física, cognitiva y funcional, acompañada de una
seguridad económica y una implicación activa en la sociedad.
Es importantísimo que sigamos participando en los movientos sociales que hay en nuestra comunidad.
ResponderEliminarNos permite estar activos y sentirnos válidos.
Si siempre es aconsejable que el ser humano sea sociable y se rodee de un cìrculo de amistades, cuando envejecemos se hace "imprescindible".
Practiquemos el envejecimiento activo y saludable.