ARQUITECTURAS PINTADAS

Mi queridísimo Román García no ceja en el empeño. Erre que erre sigue empeñado en superarse, cada día, un poco más.

Su breve historia digital se puede resumir en una palabra: ilusión. Precisamente éste fue el espíritu del grupo de la creación audiovisula que tanta gloria ha dado a sus integrantes. Hablando de gloria, mi admiración hacia la Bermejo. Pues bien, caminando y caminando entre Demes (tremenda hembra) y diretes resultó que aquel grupo generó más brillo que el charol que aportaron las Charos. También tuvimos nuestra etapa de dolores que como eran pocos y pequeños los dejamos en una gran Loli. Aquellos trances nos acercaron a las puerta de dos Cármenes floridos en los que la frondosidad de sus pétalos no nos impidieron ver lo que con pulcra clarividencia vislumbró por siempre Alfredo. Era un grupo maravilloso al que sus ganas de saber y aprender se le fueron añadiendo las aportaciones frescas de Aracelis, las refinadas de Pascual aderezadas con la sapiencia de quien repite dos veces p. Pepe trajo espíritu crítico y constructivo y en esto, se hicieron los Milagros. El amor surgió entre nosotros y especialmente entre Antonio y Elena quienes, sin querer aprender de lo digital, fueron al grano de lo analógico. Adelina no fue a la zaga y cual jota navarra nos pidó que no nos fuéramos. Y en eso estamos en no irnos, en quedarnos, en seguir, en pelear por lo bien hecho. En disfrutar con las cosas que nos gustan, nos motivan y nos dejan huella. La que nunca se podrá borrar, que ya lo dijo un tal Antonio.

Queridos amigos, mi gratitud infinita a todos los que habéis contribuido de manera voluntaria (y gratuita por si cabe alguna duda) a hacer de la Intervención Social en Boadilla una forma de vida.

Después de ver lo que Román y todo el grupo ha logrado no me queda otra que pediros que retomemos los buenos momentos de la vida. Los que te proporcionan las familias bien avenidas y los amigos del alma. Aquellos momentos que no son pasado que son el presente y futuro de la ilusión perpetua.

¿Os apuntáis a construir vuestro espacio de expresión y comunicación? No necesitamos más que la ilusión y a Vanessa.